violencia a mujeres

Violencia, un
mujeres

En la calle, en el trabajo, el acoso sexual, en todas las formas de violencia las mujeres son mayoritariamente las víctimas.


EFE.-La violencia es uno de los mayores obstáculos que deben enfrentar las mujeres en Latinoamérica, donde la cultura machista está profundamente arraigada y exige "esfuerzos adicionales" para impulsar la equidad, según un foro en México.

Delegadas de las diversas naciones de la región entrevistadas señalaron que la violencia se convirtió en uno de los temas centrales de la Novena Conferencia Regional sobre Mujeres de América Latina y El Caribe que comenzó ayer en la capital mexicana.

El presidente de México, Vicente Fox, indicó ayer en la inauguración que "los desafíos que nos plantean la pobreza y una secular cultura machista exigen redoblar esfuerzos y multiplicar aciertos".

Patricia Pinto, delegada de Guatemala, señaló que la violencia "no sólo se da en el seno de la familia", sino que está "en todos los ámbitos de la vida".

"En la calle, en el trabajo, el acoso sexual, en todas las formas de violencia las mujeres somos mayoritariamente las víctimas y el Estado es el principal llamado a hacer políticas que aseguren el respeto a nuestra dignidad como mujeres", dijo.

La coordinadora de la Red argentina de Monitoreo de Políticas de Género, Cecilia Lipszyc, consideró que aunque "ha habido avances concretos en el tema", éste sigue siendo un desafío en la región.

Enfatizó que "no ha habido avances en el tema de mercado laboral y las mujeres siguen siendo las que tienen los trabajos más precarios, de menor calificación y con menores salarios".

La diputada y presidenta del Foro de Parlamentarias Ecuatorianas, Myriam Garcés, consideró que "el machismo y la violencia doméstica son unos de los retos", pero hizo hincapié en que aunque las latinas han conseguido logros básicos en el marco legal que ampara sus derechos, "eso no necesariamente quiere decir que son aplicados".

Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la violencia que sufre la mujer, ya sea en casa o fuera de ella, como en el caso de los homicidios de mujeres en Ciudad Juárez (Chihuahua, México), es un problema generalizado en la región.

"Para llegar a una cabal comprensión de la pobreza es preciso incorporar un análisis de la violencia", afirma el documento "Caminos hacia la equidad de género", que resume los avances y desafíos en la materia en la última década.

La violencia está íntimamente relacionada con la pobreza, que "constituye un factor que la hace más probable de aparecer en el hogar" y además genera un círculo vicioso en el que "una consecuencia de la violencia es más pobreza", añade.

La CEPAL hizo hincapié en que "la violencia frena el desarrollo económico" debido a que hace menos productivas a las mujeres agredidas e implica gastos de los sistemas policial y judicial, además de servicios sociales.

Según encuestas en once países latinoamericanos, citadas en el documento, la violencia sicológica y física dentro del hogar ha afectado al menos a una de cada cinco mujeres en la región.

En Bolivia, un 17,9 por ciento afirmó ser víctima de agresión física sin amenaza a su vida, mientras que un 50 por ciento de las mujeres de la capital chilena (Santiago) aseguró que alguna vez ha vivido violencia en la relación de pareja, contra un 49 por ciento de las guatemaltecas.

Las costarricenses señalaron sufrir más violencia sicológica (75 por ciento) que física (10 por ciento), contra un 19 por ciento de mujeres en Colombia que han sido agredidas a golpes, un 27,6 por ciento en Nicaragua, 41 en Perú, y un 70 por ciento Haití.

La jefa de la Unidad sobre la Mujer y Desarrollo de la CEPAL, Sonia Montaño, dijo a EFE que en los últimos años ha habido grandes avances en la creación de instituciones para el desarrollo de la mujer.

También, en la eliminación de leyes discriminatorias explícitas y la aprobación de normas contra la violencia hacia la mujer, pero enfatizó que eso no significa que se cumplan.

En ese marco, la subsecretaria mexicana para Temas Globales de la Cancillería, Patricia Olamendi, concluyó que "la violencia es un obstáculo para la equidad".